A partir de hace unos años dejé de soportar las fiestas de fin de año, nose si se deberá a que el promedio de edad en mi familia roza los 70 años y la cantidad no sobre pasa las 7 personas -o quizás menos- o que a partir del divorcio de mis padres, haya perdido esa parte copé cool de la familia con quienes era agradable pasar las fiestas. Las cenas son monótonas, siempre la misma comida sobre la mesa y el mismo aburrimiento de siempre, los mismos temas de conversación y la única petición que el tiempo pase rápido. Las doce de la noche están por llegar y lo que aparece en la tele es el countdown bizarro proporcionado por CrónicaTV, los apuros por parte de mi madre acerca de porque no tengo la copa llena para el brindis y porque no pongo una sonrisa en mi rostro para ese momento que está por llegar; los regalos se abren y a primera vista siempre se nota que disminuyeron en cantidad y quedaron de tal manera que sabés quién te va a regalar qué -por lo tanto si necesitas medias, esperá a navidad que seguro te llegan-, las cosas copadas solo aparecen si vos mismo te las comprás y te las ponés vos mismo en el arbolito. La familia vive lejos, en casas pequeñas a diferencia de la tuya, donde hace calor por esta época del año, entonces que mejor que todo el PAMI se quede a dormir en tu casa, desparramado por diferentes sectores de la misma, y que al llegar tenés que ir caminando por tu casa cual campo minado.
A medida que vas creciendo la afición por la pirotecnia baja, pero hay veces que me gustaría patinarme $100 pesos en unos buenos petardos para romper todo y descargar; con el paso de los años ambos hermanos dejamos totalmente de consumir pirotecnia y eso -pese a la seguridad que proporciona- es una falta de respeto a esta época festiva, ninguno de los dos sabe porque abandonamos esa costumbre de empacharnos con pirotecnia, solo sabemos que ninguno de los dos muere por ir a comprar un buen rompeportones.
Acercándonos en tiempo esta navidad ni siquiera va a tener el lindo y tierno condimento de poder compartirlo con la persona que querés al lado, que transformó tus fiestas del año pasado en una cosa de ensueño y que probablemente darías bastante por volver a disfrutar todo eso que te proporcionó.
A los festejos de este año les falta una cuestión importante, la joda after brindis. Las ideas que aparecieron son raras y hasta también monótonas, no se que nos está pasando o que nos pasó pero ni eso ya este año me dan espíritu para ponerle onda a estas fiestas; lo único a lo que habría que ponerle buena cara es a que las "disfrutamos" con las amistades que uno quiere.
En fin, estas fiestas son las más destestadas por mi persona y quizás haya alguna razón porque las deteste pero las principales están redactadas acá, medio que me siento el Grinch escribiendo esto, pero lo necesitaba y lo único que quisiera es que sea 26 y que la primera parte de las fiestas haya pasado, sin pena ni gloria. A las 12pm seguramente mi mente esté en otra, pidiendo un deseo complicado, de esos que me gustan pedir a mi pero que seguramente me pudieran hacer felíz, mucho más que cualquier regalo envuelto en papel.
Feliz navidad a todos, sean felices y disfruten.
