22.11.11

Un fin que no va a ser fin.

Cada etapa tiene un final, a veces queremos que ese final llegue y otras mejor preferimos verlo como algo lejano para poder seguirlo disfrutando por siempre. Mi etapa del colegio secundario fue larga -por no decir eterna-, siete años y dos colegios fueron necesarios para que pueda llegar a este momento, el de sentirme egresado; y aunque todavía queden rendir materias, mañana es el último día que los voy a ver a los chicos todos juntos, haciendo de las nuestras por "la escuelita" -como la he denominado desde que entré ahí, incluso con su propio hashtag: #laescuelita-

Entré al curso como el mayor, sintiendome superior al resto y por muchos momentos preguntandome que hacía entre tanto pendejo, llegué al punto de ser odiado por mis actitudes pero con el paso de las semanas fui conociendo a cada uno e ingresando en el grupo, pasando a sentirme uno más pese a la diferencia de edad.
Quinto año fue el año donde realmente me sentí uno más, no importaban mis 20 años, que los conociera sólo hace un año o tener que comerme los apodos de 'nono', 'viejo', etc., estaba cómodo ahí adentro y no podía quejarme. Muchos días para mis adentros pensaba en que debería estar cursando mi carrera como lo hacen mis amigos de la infancia, pero era un sentimiento pasajero que cambiaba después de un rato de chiste con ellos. Me lamento de algunas cosas, como quizás no haber podido hacer un doble viaje de egresados y este año estar en Bariloche con ellos, pero jamás pensé que podría llegar a apegarme tanto con este grupo conociéndolos de poco tiempo.
Llega el día que nadie quiere que llegue, el fin de una etapa, de una era, de nuestro quinto año que tantos problemas y tantas alegrías trajo, el cual se disfrutó de principio a fin nunca quisimos que terminara. Sin embargo muchos recuerdos van a quedar de este año, y seguramente también de todo el secundario para ellos. Creo que tengo que agradecerles a cada uno de ellos por este último año que supieron darme, por la compañía, las risas y las charlas, por lo bueno y reírnos de lo malo que nos haya pasado. Muchas veces me sentí como el hermano mayor del curso, o el abuelo, y no me molestó para nada serlo porque valía la pena. 
Se muy bien que pese a que esta etapa termine, muchos momentos se van a poder compartir de todos modos aunque sea afuera del colegio y que -aunque suene trillado decirlo- esto nunca se va a cortar. No voy a pensar esto como un adiós, sino como un hola, como un bienvenidos a la vida real y que pese a que cada uno elija un camino distinto siempre vamos a recordar todo lo que pasamos juntos.
Ya se que hablo como si hubiese compartido todo mi secundario con esta gente, pero a lo largo de este año pude pasar de tener un puñado de compañeros menores que yo, a tener un puñado de amigos, que pese a ser menores que yo, muchas veces valen más que cualquiera que sea mayor.

Gracias por tanto Quinto año! A ustedes, a Papa, a Rodriguez, a la Gorda Boyi, a las charlas sexuales a las 8am, a las no sexuales, a los debates de principio de mes después de que llegue la AutoTest o a los de fin de mes con la 10segundos, a las puteadas a los profesores, a los avioncitos de papel, a las ojotas, al griterío de perjudiciales niveles agudos de las chicas, a los 'Sale bingo?', a todo y cada uno de los momentos que pasamos, etceteraetceteraetcetera.





A no olvidarlo nunca más!

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